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lunes, 9 de octubre de 2017

Terans Fútbol Club

David Terans volvió a sumarle puntos a Danubio con otro golazo. El jugador/hincha es la enorme figura de este plantel y no para de demostrarlo. Las pide todas, las juega bien y aparece cuando más se lo precisa.




Fedorczuk se tomó su tiempo. Dialogó. Explicó lo que cobró. Sacó el spray. Contó los pasos. Pintó la raya. Tomó aire. Dio el ok. A pesar de que quedaba poco de un partido que se presentó mucho más difícil de lo esperado, Terans saboreó la espera. Poco le importó la ceremonia y con la misma tranquilidad del árbitro la colgó del ángulo.

La escena se repitió. Jardines del Hipódromo deliró en un nuevo partido apretadísimo donde la única diferencia siempre fue el mismo ser humano: David Terans. Como contra Nacional o Rampla. El 20 se tiene fe siempre. Y si la pelota está quieta, esperándolo en un tiro libre, más aún.

No fue nada fácil. Ni siquiera por el hombre de más que tuvo Danubio desde el arranque del partido por la expulsión de Nicolás Freitas por protestar. Es que esa roja lo único que hizo fue confirmar una cosa: Sud América iba a esperar metido atrás todo lo que hiciera falta. Si a Messi y Di María les cuesta entrarle a planteamientos de ese estilo imagínense a Danubio.

Lo que es claro es que a partir de ese momento La Franja no le prestó más la pelota. Controló el juego pero no como hubiese querido. La movió de un lado a otro buscando espacios para repetirse en centros desde tres cuartos de cancha. Pablo Silva no tuvo un buen día y no apareció otro que pudiera meterse como un Nueve a definir.

Gastón Machado hizo un planteo inteligente aunque no lo considere de ese modo una buena parte de la parcialidad que, como siempre, se hizo escuchar. Volvió a una línea de tres en el fondo que solo le trajo buenos resultaddos en el pasado: como en el 3-0 ante Sport Recife y el otro 3-0 pero ante Boston River. Lo único que llama la atención es cómo no había vuelto a utilizarla antes. No contaba para ese partido con dos piezas fundamentales en el ataque: Leandro Rodríguez y Abdiel Arroyo. A su vez, el alma del medio campo: Ribair Rodríguez, no estaba para los 90 minutos. Así y todo supo arrinconar y controlar el juego de principio a fin. Salvo por una pelota que dio en el palo cuando el partido ya estaba 1-0. a Danubio no le generaron ningún peligro. Además, luego de perder el clásico era sumamente necesario sacar un triunfo para no recaer ni acostumbrarse a las derrotas.

Es claro que el problema sigue siendo la falta de gol. Danubio depende demasiado de su estrella Terans y deberá encontrar variantes. Esta semana entrenará otra vez con normalidad uno de sus socios principales: Leandro Rodríguez. Volverá además el panameño. Parecen ser armas suficientes como para ganarle a Juventud de Las Piedras y consolidar el ascenso en la Tabla Anual donde el equipo ya se ubicó a solo cuatro puntos de Rampla y cinco de Wanderers, que ya están en zona de copas internacionales.

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