Los jugadores salen al campo para hacer el calentamiento en un día tan caluroso que no les permitió ingresar a los vestuarios del Parque Artigas. Ribair le habla a sus compañeros en la típica ronda de estiramientos: "¿Cuánto es que cuesta la entrada hoy? ¿300?. ¡Hay que hacerla valer, eh!"
Luego de la derrota cayeron miles de críticas contra la actitud del equipo. Nadie quiere ganar más que los jugadores. Sus ganas de rendir, golear y gustar no se discuten. La frase de Ribair es una muestra. El llanto de Jorge Graví a la salida del clásico es otra de las tantas que existen.
Pero hay otra faceta mental tan o más importante que el querer algo. Y es estar convencido de que vas a lograrlo y de lo que tenés para conseguirlo. El último Danubio que salía convencido que iba a ganar en cada partido, por más importante que fuera, fue el de Leo Ramos. Antes de ese, otra vez el de Ramos. Y antes, ya casi ni me acuerdo. Juraría que fue el de Matosas. Perdón. Estoy siendo algo injusto. Este mismo plantel salió una vez convencido. Y fue ante los brasileños en la vuelta por la Sudamericana. No había un solo jugador que no pensara en ese encuentro desde un mes previo. El día anterior uno de ellos me confesó: "Los vamos a pasar por arriba". El resultado fue un triunfo desde el vestuario que culminó con un 3-0 espectacular y que pudo haber sido 4 si no hubiesen "adelantado el VAR". Desde ese día en adelante no se volvió a ver un Danubio ni siquiera remotamente parecido.
En este Clausura el equipo ha conseguido algunas victorias pero ni en ellas se vio un dominio claro sobre los rivales. No les voy a hacer acordar de cómo jugó el equipo en los partidos más importantes: Nacional o Defensor. No soy tan malo. Los únicos que han estado siempre convencidos que se podía fueron los hinchas que llenaron de igual modo el Franzini en el clásico como el Parque Artigas por una séptima fecha.
La derrota frente a Juventud terminó de matar cualquier chance que quedaba de pelear por el Clausura. El año podría "salvarse" con tres objetivos. El principal sería clasificar a un torneo internacional. En este momento el club está a cuatro puntos de la zona de Sudamericana. Lo segundo sería ganarle a Peñarol. Por orgullo. Por la gente. Porque es en Jardines. Porque sigo Convencido que este equipo puede hacerlo. Y lo tercero, aunque no sea en este año, sería pasar esa maldita fase de la Copa.
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