"¡Hay que ganar por los que vinimos hoy, Danubio!" se escuchó clarito por parte de un hincha cuando se estaba terminando el abrazo-arenga previa al partido y luego del calentamiento. Era de esos partidos donde el cómo ganar iba a importar muy poco. Cualquier tipo de triunfo le iba a dar alegría pero sobre todo alivio al plantel e hinchas tan golpeados en este semestre.
Se buscó hacerlo a la manera de Machado. Sin regalar pelotas. Jugándolas siempre en corto. Racing planteó un partido idéntico al de River Plate dos semanas atrás. Se lo notó conforme con el empate desde el primer minuto y lo hizo saber en cada pelota quieta como en sus pocas ganas de atacar.
Danubio buscó las bandas desde el arranque y fue así como antes de los 20 minutos se tuvo que ir lesionado Jorge Graví por un esguince de rodilla. El Galgo le ganó en el pique a su marcador. Este no se lo perdonó y lo dejó desparramado afuera de la cancha tras un patadón que no le trajo ni una amarilla. En su lugar entró Arroyo que terminó siendo protagonista.
El primer tiempo se hizo aburrido y con poco peligro. Las veces que Danubio estuvo más cerca fue en los pies de Leandro Fernández en dos oportunidades. En una se la sacaron de la línea y en la segunda remató desviado tras conectar de volea como venía.
Para el segundo tiempo el técnico no se demoró en los cambios. Metió a Marcelo Tabárez que fue de lo mejor que tuvo el equipo. "Estaba lindo para entrar porque había muchos espacios", le dijo a Ojo al Gol.. Se colocó de diez para distribuir el juego como ningún otro. Gracias a un pase de espaldas en donde mandó a correr a Ignacio González llegó al 1 a 0. Nachito picó solo y habilitado para poner un centro por bajo. Sobre el segundo palo entró Arroyo sin marcas para definir con mucha tranquilidad. "Recién estábamos hablando con Nachito. Él me conoce y yo también. Cuando me grita él ya sabía que yo se la iba a dar", comentó Tabárez.
Todavía faltaba mucho por jugar y por sufrir. Racing se acordó de atacar y complicó a Danubio. Salvador tapó dos remates peligrosos desde afuera del área más un mano a mano entrando por sobre la raya final. La Escuelita también remató un balón en el travesaño. Marcelo Saracchi tuvo sus mejores minutos en lo que va del año. Generó al menos dos situaciones de gol en base a pura velocidad que no se pudieron aprovechar.
Danubio se va arrimando muy de a poco a la mitad de la tabla para intentar cambiar la imagen que venía quedando. Además estos puntos pueden ser vitales al final de la temporada para posibles clasificaciones a copas. Desde la llegada de Machado el equipo jugó seis partidos por el Uruguayo de los cuales ganó dos, empató tres y perdió uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario