¡No de nuevo, decía!

A Danubio le volvió a faltar el gol. Esta vez fue frente a River Plate donde empató 0 a 0 y fue ampliamente superior al rival.

No hay caso. Jugando mal o jugando bien da lo mismo. Danubio no puede ganar en este 2017. Solo logró vencer al último de la tabla por 1 a 0 y este fin de semana, habiendo sido muchísimo más que River Plate, volvió a igualar 0 a 0. 

Ya van, contando el partido por Copa Sudamericana, 319 minutos en los que la franja no puede ni siquiera marcar un gol. El último fue en el empate 1 a 1, también en Jardines, ante Cerro. 

En esta oportunidad lo buscó por arriba con un cabezazo de Zarfino que dio en el palo en el primer tiempo. Pero las situaciones llegaron una atrás de la otra en la segunda parte. De arranque nomás Carlos Grossmüller erró un penal. Lo pateó muy mal hacia afuera cuando quiso colocarlo abajo. Con mucho orgullo Danubio siguió yendo arriba y el técnico realizó cambios ofensivos. Entró Ardaiz que reventó el palo en lo que hubiese sido un golazo del Salteño. También lo tuvo Tabárez cuando la quiso colocar desde afuera del área y Nicola Pérez la sacó del ángulo. 

Si todos los puntos que perdió Danubio en el año hubiesen sido como estos créanme que el hincha no estaría tan enojado y mucho menos preocupado. El equipo jugó un gran partido. Salió siempre jugando. No dividió pelotas. Sí entregó varias mal en el medio pero estuvo siempre activo y rápido para presionar y volver a recuperar. Marcaron, metieron y corrieron todos. Por momentos el hincha cantaba pidiendo ganas pero rápidamente se cambiaba por aliento ya que saltaba a la vista que no era eso lo que faltaba. Arriba se generaron no menos de seis situaciones de gol claras y Juan Manuel entró muy bien sobre el final. Eso sí, todo eso fue ante un rival que no pareció River y al que en ningún momento le vinieron ganas de atacar a una defensa que no se mostró nada firme en Brasil. El domingo se vendrá otro tipo de partido en el que la franja se jugará el todo o nada.